Libres para elegir lo bueno
Vivimos en una cultura desafiante donde los padres afrontan una batalla cuesta arriba en la enseñanza de los buenos valores. Esta responsabilidad de educar a sus hijos con buenos valores, enseñará a los adolescentes y preadolescentes a tener herramientas para que puedan elegir con claridad lo que es bueno o malo.
El autor Josh McDowell se enfoca dar consejos de cómo enseñar a tu adolescente a tomar buenas decisiones morales. Dirigido a padres, encargado de jóvenes, lideres y pastores a llevar para las nuevas generaciones a tomar buenas decisiones.
«Libres para elegir lo bueno» aborda de manera directa 3 puntos que debemos tener en cuenta para capacitar a nuestros hijos. Un problema cultural, un problema de desarrollo infantil y un problema de metodología parental.
Según McDowell, el problema cultural es donde muchos creen que tienen el derecho a decidir lo que es bueno y de actuar en consecuencia. La creencia de que uno puede elegir su propia moralidad sin sufrir consecuencias o lastimar a nadie es errónea. En el libro presenta las consecuencias de convertirnos en nuestros propios árbitros de la verdad.
El problema de desarrollo infantil es cuándo el cerebro del adolescente genera emociones crudas mientras se encuentra en una etapa de crecimiento constante. Lo que significa que las emociones de los adolescentes se desarrollan muy por delante de su pensamiento racional. El problema de metodología parental se relaciona cuando proporcionas información a tus hijos y el cómo se la transmites. La manera en que te relacionas con tu hijo en lo personal es fundamental para establecer reglas y parámetros que deben cumplir.
Podemos tomar esto como una alerta y poder actuar sobre la situación. Ahora bien, ¿Qué hacer?, ¿Cómo combatir este tipo de situaciones actuales? Josh McDowell te provee nuevas herramientas que te ayudarán a transformar los pensamientos de tus hijos.
En el capítulo 2, es impresionante ver los diferentes estándares de pensamiento. En una extensa investigación los resultados arrojaron lo siguiente: 1 de cada 3 adolescente y adultos jóvenes consideran que ver imágenes pornográficas es malo. El 32% señaló que ver pornografía les resultaba malo en lo moral. El 90% de los adolescentes y el 96% de los jóvenes plantearon que lo hacían de manera neutral. Finalmente, el 70% de los jóvenes de hoy día no adopta el concepto universal para lo que está bien o mal. Se han subscrito a la moralidad de la cultura dominante.
Esto nos hacen reflexionar en lo siguiente: ¿Cómo es que podemos competir contra una cultura tan desafiante?
Una herramienta poderosa que nos provee McDowell para combatir esto, es pensar en lo verdadero. Cuando filtramos por la Palabra de Dios, es donde realmente reconocemos lo verdadero. Así como expresa el autor «Dios les dio el derecho a los seres humanos de elegir su propio camino. Y una vez que se hizo es elección, Dios permitió que se mantuviera».