En este último año y medio hemos vivido de manera diferente, de una forma inusual y obligada.

A todo el mundo esta pandemia le ha afectado de alguna manera. A todos nos ha tocado modificar algo. Hemos sufrido pérdidas de seres queridos y también vivido angustia y temor por nuestros enfermos. Los días se hicieron interminables y la mente se agotó. Sufrimos presiones emocionales que se manifiestan en angustia, incertidumbre, miedo y más que todo: depresión.

Se dice que hay una pandemia paralela al COVID 19 y esta es la de los asuntos psicológicos que se han desatado. En el año 2020 más de un millón de personas se suicidaron. Es de humanos romper límites de resistencia, no somos de acero y también es de humanos pedir ayuda cuando algo excede nuestras fuerzas.

 
“En el año 2020 más de un millón de personas se suicidaron. Es de humanos romper límites de resistencia, no somos de acero y también es de humanos pedir ayuda cuando algo excede nuestras fuerzas”.

Cualquier persona puede deprimirse. La depresión se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esta manera de vez en cuando durante períodos cortos. Pero cuando estas emociones son consistentes por dos semanas o más, se considera una depresión clínica. La depresión es un trastorno del estado anímico caracterizado por sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración. Personas que aman a Dios y que le sirven con devoción pueden experimentar depresión. Pero a la misma vez, en el Señor, tenemos todas las herramientas para vencer. Ya lo dice la Biblia: “Somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó”. (Romanos 8:37)

"Personas que aman a Dios y que le sirven con devoción pueden experimentar depresión".

Dios suele empezar sus obras más significativas en lo que la gente considera lugares dolorosos. Las zonas confusas son un portal de Dios. ¿Puede algo bueno venir de un divorcio? ¿Puede algo bueno venir de un luto? ¿Puede algo bueno venir de un diagnóstico de cáncer? ¿Puede algo bueno venir de perder tu trabajo? ¿Puede algo bueno venir de un corazón roto? Todos estos son eventos precipitantes de depresión y también son oportunidades extraordinarias para ver al Señor obrar de manera portentosa. Te invito a repetir conmigo: “Algo bueno viene de esto”. Es que: “… sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas obran para su bien, esto es a los que conforme a su propósito son llamados”. Romanos 8:28

Es de suma importancia que nos concentremos más en las bendiciones que tenemos en la vida, en lugar de aferrarnos a las pérdidas. Es maravilloso descubrir y agradecer todas las cosas y experiencias extraordinarias que disfrutamos.

"Es de suma importancia que nos concentremos más en las bendiciones que tenemos en la vida, en lugar de aferrarnos a las pérdidas".

Una recomendación frecuente que le brindo a mis pacientes diagnosticados con depresión es a mirar más las cosas buenas que tiene la vida. Te pregunto: ¿cuáles son tus bendiciones?

Recibe hoy estos 10 consejos para manejar efectivamente la depresión.

1. Trabaja con tu mente, sustituyendo los pensamientos negativos por pensamientos de paz.

2. Utiliza la oración como un recurso terapéutico.

3. Realiza ejercicios físicos, por lo menos cinco veces a la semana.

4. Sal afuera a tomar el sol. La vitamina D del sol es antidepresiva.

5. Rodéate de personas que te brinden apoyo emocional y espiritual.

6. No mires más hacia el pasado.

7. Perdona.

8. Mira el futuro con esperanza.

9. Aléjate de escenarios dañinos.

10. Nunca dejes de confiar en la fidelidad de Dios.

Tal vez estés luchando con la depresión, el miedo, la ansiedad o la preocupación. Quiero que sepas que ese no es tu destino. Puede ser que estés pasando por páginas muy duras de tu historia, pero creo que puedes estar a punto de desbordarte de alegría, de paz y de victoria. ¡No te rindas!

 

Dra. Lis Milland

Consejera Profesional y Conferencista

Autora del libro: “Gana la Batalla en tu Interior”.